domingo, 29 de abril de 2018

La lógica del “anti” difiere de la lógica del “más allá” (Au-delà)

A MODO DE COMENTARIO EPISTOLAR Y NOSTÁLGICO

«¿Cómo ahorrarse el momento “positivista” del estructuralismo francés, después del “agotamiento” crítico del modelo fenomenológico de finales de los años cincuenta; período en que, el portaestandarte de este método —Jean-Paul Sartre— se orienta hacia el marxismo?

Hay que recordar que una de las legítimas acusaciones lanzadas contra la crítica literaria, existencialista o no, anterior al compromiso de Sartre con el marxismo, era que esta había devenido en mera ejemplificación de la cartilla temática de Hegel y la fenomenología, y/o en modalizaciones del pensamiento de Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty, Bachelard, Blanchot, Simone de Beauvoir, etcétera —en el mejor de los casos—, o en simple comentario impresionista y caprichosamente banal, carente de rigor, consistencia y cientificidad. De ahí el dislate del mexicano Christopher Domínguez Michael cuando retóricamente le recrimina a Barthes “no habernos ahorrado el momento estructuralista” en su obra.» Armando Almánzar-Botello


Por Armando Almánzar-Botello


Saludo, estimado intelectual, escritor y amigo Efraím Castillo. Disculpa la intervención pública sobre el tema, pero la entiendo necesaria. Estoy completamente de acuerdo contigo en lo relacionado con el profundo, fértil y necesario revulsivo producido en los años setenta en la República Dominicana por el pensamiento filosófico-crítico —para muchos, a la sazón, completamente desconocido—, que nos traía oportuna y lúcidamente el doctor Diógenes Céspedes desde Francia, para sacudir así a la crítica dominicana y despertarla de su casi generalizado sueño provinciano y de su habitual y vergonzosa ineficacia hermenéutica.

Te felicito sinceramente por reconocer de nuevo, públicamente, tu admiración y respeto a la figura intelectual de Diógenes Céspedes, cuya escritura resultó muy estimulante para mí desde mi adolescencia, y frente a la cual me reconozco en deuda permanente.

Con la finalidad de periodizar las ideas y el juego de las hegemonías en el mundo intelectual dominicano de los últimos 50 años, debemos resaltar que algunos de los mismos beneficiarios de la clarinada logo-teórica del doctor Céspedes, sujetos originalmente huérfanos de capital simbólico-social, no digo económico, de una forma u otra se volvieron posteriormente contra él por razones ideológico-políticas y viscerales que bien podrían inscribirse en una suerte de “semiología” psicoanalítica del sinthome lacaniano, del Ego Poético de suplencia... y hasta en una historia del resentimiento como efecto de una lucha de clases mal entendida, es decir, “oportunísticamente” comprendida... Pero ese es otro tema... En la importancia insoslayable que reviste la obra y la figura del doctor Diógenes Céspedes, estamos plenamente de acuerdo, valioso y notable escritor y amigo Efraím Castillo.

No obstante, percibo como algo no pertinente, en el caso de Jacques Derrida en particular, la caracterización de su pensamiento como “anti-estructuralista”, tal como lo haces en tu interesante y afilada nota.

No tengo ningún prejuicio contra la Internet ni contra Wikipedia, muy al contrario, pero como bien sabes, somos sujetos intelectuales procedentes de la Galaxia Gutenberg (allí se formó en nosotros, como dirían Derrida o Deleuze, cierto “espacio dialógico-rizomático pre-originario”, anterior a la existencia del reino digital) y por tal motivo prefiero manejar los textos, cuando me es posible, utilizando su soporte físico.

El mismo Jacques Derrida nunca se definió como anti-estructuralista ni como post-estructuralista.

Si bien las trayectorias teóricas de un Lacan y de un Derrida vienen a desbordar el momento positivista de la estructura como presencia, como mera configuración estática, tética, sincrónica, centrada y cerrada, motivos que caracterizan todos al estructuralismo stricto sensu, sus respectivos pensamientos se encuentran “más allá del estructuralismo”, no “contra” el estructuralismo.

En la categoría “postestructuralismo" no se percibe lo suficientemente acentuado el paso, el “atravesamiento” o desbordamiento de los límites del estructuralismo, paso que fue necesario realizar a partir de una episteme estructuralista que venía a desplazar las deficiencias históricas de una crítica reducida en Francia, hasta principio de los años sesenta, a meros comentarios de textos canónicos o simple aproximación impresionista a la escritura.

¿Cómo ahorrarse el momento “positivista” del estructuralismo francés, después del “agotamiento” crítico del modelo fenomenológico de finales de los años cincuenta; período en que, el portaestandarte de este método —Jean-Paul Sartre—se orienta hacia el marxismo?

Hay que recordar que una de las legítimas acusaciones lanzadas contra la crítica literaria, existencialista o no, anterior al compromiso de Sartre con el marxismo, era que esta había devenido en mera ejemplificación de la cartilla temática de Hegel y la fenomenología, y/o en modalizaciones del pensamiento de Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty, Bachelard, Blanchot, Simone de Beauvoir, etcétera —en el mejor de los casos—, o en simple comentario impresionista y caprichosamente banal, carente de rigor, consistencia y cientificidad. De ahí el dislate del mexicano Christopher Domínguez Michael cuando retóricamente le recrimina a Barthes “no habernos ahorrado el momento estructuralista” en su obra.

En su breve ensayo publicado en Francia por Editions du Seuil, 1967, La structure, le signe et le jeu dans le discours des sciences humaines (en español: La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas, en: Dos ensayos, Editorial Anagrama, Barcelona, 1972, Cuadernos Anagrama, Serie Filosofía, dirigida por Eugenio Trías), texto también incluido en el libro de Derrida La escritura y la diferencia, traducido al español por Patricio Peñalver y publicado en 1989 por Anthropos, el filósofo Jacques Derrida, al final de dicho escrito, realiza un deslinde preciso entre:

“Dos interpretaciones de la interpretación, de la estructura, del signo y del juego: una que sueña con descifrar una verdad o un origen que se escapa del juego y del orden del signo, y vive como un exilio la necesidad de la interpretación. Otra, que ya no retorna hacia el origen, afirma el juego e intenta ir más allá del hombre y del humanismo, siendo el nombre del hombre el nombre de este ser que, a través de la historia de la metafísica o de la onto-teología, es decir, de toda su historia, ha soñado la presencia plena, el fundamento tranquilizante, el origen y el fin del juego.” DERRIDA, Jacques. La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas. En: Dos ensayos, (traducción de Eugenio Trías), Editorial Anagrama, Barcelona, 1972, página 35

Si leemos cuidadosamente el fragmento anterior, en su calidad de “precipitado conceptual” de dicho ensayo, vemos que la idea de anti-estructuralismo no es la que se hace visible allí, a pesar de la continuación crítica de su párrafo en la que Derrida identifica al maestro estructuralista Claude Lévi-Strauss con la posición que representa una suerte de “nostalgia ontológica del origen”, y con el intento, latente en cierto estructuralismo, de alcanzar un nuevo humanismo. Lo que se percibe para un pensamiento afinado no es el “anti”, elemento prisionero todavía de cierta visión maniquea, binarista y pseudodialéctica; lo afirmado allí es el “más allá de” que aflora en “las operaciones del alumbramiento” (página 36 del texto citado):

“Por mi parte no creo que por mucho que estas dos interpretaciones deban acusar su diferencia y agudizar su irreductibilidad, se tenga hoy que escoger. Primero, porque estamos en una región —digamos todavía, provisionalmente: en una región de la historicidad— donde la categoría de elección parece muy ligera. Pero además porque es preciso ante todo intentar pensar el suelo común, y la “diferancia” (différance) de esta diferencia (différence) irreductible... Y digo estas palabras con los ojos dirigidos, ciertamente, hacia las operaciones del alumbramiento; pero también hacia aquellos que, en una sociedad de la cual yo no me excluyo, desvían los ojos de lo que todavía es innombrable, de eso que se anuncia y que sólo puede anunciarse, tal como sucede siempre que tiene lugar un nacimiento, en la especie de la no-especie, en la forma informe, muda, infantil y terrorífica de la monstruosidad.”  Ibid. pp 35 y 36.

Momento explícitamente nietzscheano de la meditación derrideana, anterior a Espolones. Los estilos de Nietzsche, Pre-Textos, Valencia, 1981; [Éperons (Les styles de Nietzsche). Flammmarion, Paris, 1978], y a Políticas de la amistad seguido de El oído de Heidegger, Editorial Trotta, Madrid, 1998; [Politique de l' amitié suivi de L' oreille de Heidegger, Éditions Galilée, 1994].

El mismo lingüista y ensayista dominicano doctor Diógenes Céspedes, allá por el año de 1974, en el suplemento sabatino “Artes y Letras” del periódico dominicano Listín Diario, publicó el texto titulado Semiología y Gramatología, esa famosa entrevista que le realizara Julia Kristeva a Jacques Derrida en 1968, para la revista Information sur les sciences sociales, VII, 3 junio de 1968. Este diálogo del 68 fue luego republicado en Francia, junto a otras entrevistas realizadas al filósofo galo y reunidas en el libro Positions. Les Éditions de Minuit, Paris, 1972. Dicho volumen ha sido vertido al español como Posiciones, Pre-Textos, Valencia, 2014. En el mencionado encuentro con la Kristeva nos dice Derrida:

“Las diferencias son los efectos de transformaciones, y desde ese punto de vista el tema de la ‘différance’ es incompatible con el motivo estático, sincrónico, taxonómico, ahistórico, etcétera, del concepto de ESTRUCTURA.” (Las mayúsculas son nuestras). Op. cit., pp. 48 y 49

Hasta aquí, Derrida parece ser “anti”, “anti-estructuralista”, pero a continuación afirma en el mismo escrito:

“Pero se entiende que ese motivo no es el único para definir la ESTRUCTURA [las mayúsculas son nuestras], y que la producción de las diferencias, la différance, NO ES A-ESTRUCTURAL [las mayúsculas son nuestras]: ella produce transformaciones sistemáticas y reglamentadas que pueden, hasta cierto punto, dar lugar a una ciencia ESTRUCTURAL [las mayúsculas son nuestras]. El concepto de “différance” desarrolla implícitamente, las exigencias principales más legítimas del ESTRUCTURALISMO [las mayúsculas son nuestras].” Derrida entrevistado por Kristeva. Posiciones. Pre-Textos, Valencia, 2014, pp. 48 y 49

Nótese que aquí ya nos habla el autor de la importante obra De la gramatología texto publicado en 1967, el pensador que desarrolla su pensamiento no “contra” el estructuralismo, en tanto que momento epistémico necesario en la dinámica de las ideas europeas de los años 50 y 60, sino “más allá” del estructuralismo, pero reconociendo la necesidad lógica e histórica de atravesarlo.

Por tales razones comparto la tesis del filósofo francés François Wahl, quien nos habla, explícitamente, no de “anti-estructuralismo” sino de “más allá” (au-delà) del estructuralismo”, en su famoso libro Qu’est-ce que le structuralisme? Philosophie, Editions Du Seuil, Paris, 1973. (Edición en español: Qué es el estructuralismo. Filosofía, Losada, Buenos Aires, 1975).

Wahl titula uno de los acápites de su libro como: “II La estructura, el sujeto, la traza. O de dos filosofías más allá del estructuralismo: Jacques Lacan y Jacques Derrida”. Así consta en la página 151 de la edición argentina citada.

El tema del au-delà, del “más allá”, es retomado explícitamente por Derrida en su obra  La tarjeta postal. De Freud a Lacan y más allá, Siglo XXI, México, 1986. El pensador nos dice en esta obra:

“Una ‘lógica’ del más allá (au-delà), o más bien del ‘paso más allá’ (pas au-delà), vendría a desbordar a la lógica de la posición: sin tomar su lugar, sin OPONERSE A ELLA SOBRE TODO [las mayúsculas son nuestras], abriéndose hacia otra relación…” Ibid., p. 16

Derrida nos da a entender en este contexto que una lógica de la oposición simple, del anti, del contra, se mantiene prisionera del mismo paradigma logocéntrico que se intenta deconstruir. Por ello, establece una diferencia (différance) entre el “oponerse a”: metafísico, tético, pseudodialéctico, y el “diferir de”: en tanto que apertura hacia la problematicidad “atética” de lo que Derrida denominará luego “la vida la muerte”, así, con minúsculas y sin coma...

En consonancia con lo anteriormente dicho, afirmo, cautelosamente, y tratando de no introducir todas las categorías en el mismo saco epistemológico, reconociendo en ellas sus diferentes arrastres semántico-filosóficos: 

En el pensamiento de Jacques Derrida, una cosa es el “post”, otra es el “anti” o “contra”, y otra muy diferente resulta el “más allá” (au-delà), con toda la deuda histórica que dicha categoría implica de cara a la obra de Freud, al psicoanálisis y a las figuras de Nietzsche y de Heidegger...

Si has llegado aquí, hasta el límite provisorio de mi escritura en torno al tema, debo darte las más sinceras gracias, apreciado amigo intelectual y fértil escritor Efraím Castillo, por leer estas notas de puro y simple ejercicio “paleonímico” —en el sentido derridiano de dicho término—, y felicitarte, sobre todo, por el valor intrínseco de tu propia obra literaria, y por la claridad de tu mensaje de reconocimiento a uno de los grandes e imprescindibles intelectuales de la República Dominicana: el doctor Diógenes Céspedes. Un abrazo afectuoso. 


5 de octubre de 2015


© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.


Otros enlaces relacionados con este:

Blog Otros Textos Mutantes
https://almanzarbatalla.blogspot.com/2015/04/democracia-por-venir-jacques-derrida-o.html

https://almanzarbatalla.blogspot.com/2015/06/sobre-lenguajes-y-silencios-apuntes-de.html

https://almanzarbatalla.blogspot.com/2015/05/antigona-frente-creonte-proposito-de.html

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
....................................................................................................................................

OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Aguahttp://cazadordeagua.blogspot.com/ y también: http://tambordegriot.blogspot.com/                   

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES: 

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

performance versus discurso... (notita escrita por simple hastío)

A los arcángeles del óxido y el miedo, a los redondos baluartes presumidos que ya no vuelan —si es que alguna vez volaron—, a los sujetos nómades que se olvidaron del callejón de atajo, y que por defender la supuesta dignidad de un doctorado escapan temerosos de lo aórgico...


Por Armando Almánzar-Botello


Profesores, para el filósofo Jacques Derrida la diffèrance, la traza, el grama, la huella como estructura de no-presencia, operan siempre más allá del recinto lingüístico, más allá del discurso, más allá del sentido contrapuesto al referente denotado —tal como piensan este binarismo Saussure y Frege—, más allá de la noción de “texto” concebido al modo filológico, taxativamente pensado de forma plana, simplista, convencional, o como articulación sígnica o enunciado fónico/gráfico, intencionalmente orientado en un proceso monologal o dialogal de producción lingüística de sentido, significado e interpretación (Sinn, Bedeutung, Deutung). 

El cuasiconcepto de (archi)huella posibilita la deconstrucción de las oposiciones sujeto/objeto, consciente/inconsciente, humano/animal, lenguaje/realidad fenoménica, discurso/performance —tal como funciona este último binario metafísico en el discurso de Judith Butler, por ejemplo.

Lo reiteramos con hastío, el derridiano “no existe nada fuera de texto” (Il n'y a rien hors du texte) no implica ningún tipo de clausura de la meditación en el recinto estrictamente lingüístico. 

Dicho enunciado, simplemente, debe orientarnos en dirección al hecho de que el objeto fenoménico “mismo”, la cosa en su “evidente” objetividad, es un signo, como nos enseña el filósofo norteamericano Charles Sanders Peirce, una realidad que funciona en un juego relacional que desborda su presencia de cosa: que remite, en la percepción de su “cosidad”, a otra cosa, por vínculos y reenvíos analógicos o diferenciales, y que así se descubre trabajada por la huella, por una red “rizomático-tabular” de remisiones diferenciales, esas mismas que determinan y ofrecen la percepción de los objetos “naturales” como una experiencia desde siempre afectada por la “artificialidad” de la “huella”, la cual, de hecho, no es más artificial que natural... 

He aquí la paradoja de la huella.

Nos dice Derrida en su obra fundadora De la gramatología: 

«Según la “faneroscopia” o “fenomenología” de Peirce, la manifestación en sí misma no revela una presencia, sino que constituye un signo. Se puede leer en los Principies of phenomenology que “la idea de manifestación es la idea de un signo”. Por consiguiente no hay una fenomenalidad que reduzca el signo o el representante para dejar brillar, al fin, a la cosa significada en la luminosidad de su presencia. La denominada “cosa misma” es desde un comienzo un “representamen”, sustraído a la simplicidad de la evidencia intuitiva. El “representamen” solo funciona suscitando un “interpretante” que se convierte a su vez en un signo y así hasta el infinito.» DERRIDA, Jacques. De la Gramatología, Siglo XXI Editores, México, 1978, p. 64

Nunca existe “inocencia” de la percepción. No hay captación directa o intuitiva de la cosa en su pura presencia o cosidad. 

Toda percepción de la cosa, y la cosa misma en su cada vez más “problemática materialidad” (la Cuántica), están marcadas por la huella, por la diferencia, por la no presencia, por la indeterminación... 

No digo que sin el trabajo de la huella no exista la cosa en tanto que physis, sino que la huella es anterior al deslinde neto entre physis y techne y condiciona la forma de percibir a las dos categorías con sus concreciones y deslindes provisorios.

La indeterminación de la huella como diferencia viene más bien a (im)posibilitar todo deslinde paradigmático-binario entre “physis” y “techne”, con la subsiguiente contaminación entre ambos términos del paradigma. Juegos modales, fractales, locales, de actos, tactos y contactos ecotécnicos, como viene a decirnos Jean-Luc Nancy.

En ningún texto de Jacques Derrida se ha dicho que el cuerpo animal, o la enfermedad, o los seres inorgánicos, o las realidades y prácticas políticas, culturales e históricas constituyan eventos meramente lingüísticos, discursivos, susceptibles de ser transformados y reducidos en su conjunto a la simple acción de las palabras. Eso vendría a constituir un puro idealismo subjetivo y una vieja y pesadamente fechada cogitación de raíz nominalista. La nave de la deconstrucción gramatológica derridiana no ancló jamás en esos litorales.

Una ingenua concepción “realista” o “performativista” del derridiano “no hay nada fuera de texto” (Il n'y a rien hors du texte), tiende a suponer que el autor de De la gramatología confunde el puro pensamiento discursivo, la magia, la brujería, el ámbito absolutizado del lenguaje o de las palabras, con el enfoque “objetivo”, “científico-racional”, práctico-instrumental de los objetos y procesos del mundo fenoménico. 

No. No es así. A lo que el filósofo galo apunta con su idea de una “textualidad generalizada y abierta” es a explorar y descubrir, en cada caso singular, cómo, aunque unos particulares o específicos fenómenos o realidades tengan su propia modalidad causal de efectuación y arbitraje, lo que permite “originariamente” captar la especificidad pre-ontológica de estos resulta ser la huella, en tanto que, como estructura de la no-presencia y la remisión, ella viene a producir el juego relacional de producción o generación de sentido en el que se constituyen las oposiciones sujeto/objeto, inteligible/sensible, sentido/referente, lenguaje/realidad...

Ciertamente, operar sobre un organismo animal o humano, por ejemplo, intervenirlo científico-quirúrgicamente para extraerle un lito vesicular o renal, digamos, no se reduce a ser una pura operación lingüística, verbal o discursiva. Esa operación constituye una práctica especializada que requiere de un “corpus de conocimientos” no solo médico-teóricos sino también manuales, instrumentales y corporales por parte del cirujano correspondiente, en tanto que poseedor este de una subjetividad-corporalidad y de unas destrezas técnico-cinestésicas, propioceptivas y hasta interoceptivas, que actúan en su propio esquema corporal de sujeto-agente, y que le permiten una labor coordinada en equipo. Dicha subjetividad-corporalidad está labrada, digámoslo así, primero, por su temprano, singular y complejo proceso genético-histórico de constitución lingüístico-simbólica y cultural como sujeto, y, más tardíamente, por unas disciplinas y saberes de alta especialización adquiridos con miras a permitir o lograr en dicho sujeto, como estudiante de medicina, como persona receptora de un discurso universitario especializado, cierta performance o desempeño cognitivo-instrumental, técnica y anatomo-fisiológicamente adecuado, cónsono con la meta de preservar la salud y la vida del posible paciente bajo su responsabilidad en una futura intervención quirúrgica.

No obstante, para que funcione a cabalidad todo este complejo proceso regido por sus propias reglas cognitivo-instrumentales y específicas, se hace necesaria la intervención de la huella derridiana entendida como campo genético archioriginario generador o posibilitador de sensaciones, percepciones, enlaces neurales o sinápticos en el mismo sujeto agente; interacciones propioceptivas e interpersonales; deslindes, flujos y fusiones, donaciones y sustracciones de sentido; operaciones producidas tanto en los planos a-significante, micro-subjetivo, pre-individual, impersonal, personal, interpersonal, transpersonal, ontogenético y aun filogenético. 

Se hace allí necesaria la intervención de la economía del grama o de la huella, en tanto que estos, en su operatividad constituyente, posibilitan la configuración de pliegues, despliegues, repliegues, acontecimientos, continuidades e interrupciones, invaginaciones, estabilizaciones, concentraciones y dispersiones de sentido que vienen a constituir la tensión entre las bandas centrífugas de sinsentido y las contrabandas centrípetas de sentido-significado, las cuales deben ser consideradas, en el seno mismo de la llamada “praxis” concreta, como reales manifestaciones materiales de una “textualidad generalizada” que opera en el ámbito fenoménico mismo, definido este por sus modos particulares de regulación y marcaje, pero sin que nunca se sustraiga a esa paradójica “economía de la huella”, a la indeterminación indecible, diseminante, que viene a caracterizarla como “archifenómeno genético de la memoria”. 

La archihuella derridiana, como ausencia de simple origen, constituye así una instancia indecidible, sin lugar fijo entre el adentro y el afuera, entre lo actual y lo virtual, anterior al neto deslinde metafísico entre todos los opuestos. 


Agosto de 2015


© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.


ADENDA


MENSAJE DIRIGIDO AL ESCRITOR Y AMIGO PERUANO PEDRO GRANADOS, A PROPÓSITO DE UNA NOTA DE SU AUTORÍA SOBRE EL LIBRO DOMINICANO “MASA CRÍTICA” 


Por Armando Almánzar-Botello.

Saludo, querido Pedro. Conozco el trabajo de Médar Serrata: muy bueno. Tengo el libro donde figura su intervención: Masa crítica. Memorias del Primer Seminario Internacional de la Crítica Literaria en República Dominicana, (Editora Nacional, 2013), obra que, como su título indica, constituye una muy buena recopilación de textos crítico-literarios realizada por el Ministerio de Cultura dominicano, en la que incluye a intelectuales del país en el ejercicio activo de la crítica literaria a través de los diferentes medios, tanto a nivel nacional como internacional. 

Debo decirte que Serrata confirma, en cierta zona de su ensayo, un deslinde entre el concepto (post)estructuralista (derridiano) de “texto” (instancia presuntamente desencarnada, descorporizada, establecida en relación con “un saber letrado” que de un modo supuesto difumina la “realidad” concreta, socio-cultural e histórica), y aquello definido como “performance” por la gran pensadora de la teoría queer y crítica de la guerra imperialista norteamericana, Judith Butler. 

Esa performance implica los desempeños del cuerpo, los actos corporales como formas de construir y transmitir conocimientos en la acción socio-cultural y política de superar o “desbordar la epistemología de Occidente” (Serrata dixit).

Aunque lo dicho por Serrata podría resultar válido para un cierto estructuralismo cerrado, deconstruido precisamente por el trabajo de Jacques Derrida, es preciso aclarar una vez más que el concepto derridiano de “Il n'y a rien hors du texte” (No hay nada fuera del texto), no comporta una hipóstasis o esencialización del “lenguaje doblemente articulado” . No niega la realidad relativamente autónoma de aquello que Butler denomina “performance” , como acto creativo, en contexto histórico y cultural, que viene a involucrar al cuerpo y al comportamiento. Derrida reconoce más bien el funcionamiento de una productividad semiótica plural que desborda lo meramente lingüístico.

Para Derrida el texto no es el discurso.

El concepto derridiano de “textualidad abierta”, como digo, supera lo simplemente “lingüístico” para incluir también, por intermediación de la categoría de “huella” como estructura de la “no-presencia” , eso que funciona supuestamente al margen de la textualidad bajo el carácter de lo corporal, lo social, la historicidad concreta, la política... La oposición binaria “sentido” / “referencia” viene a ser pulverizada o deconstruida en la conceptualización crítica de Derrida. 

Todo el que interpreta y contextualiza de un modo “mínimamente” válido el pensamiento de Jacques Derrida sobre la relación entre lenguaje y mundo, sabe que la “textualización derridiana” no comporta una homologación o "desdiferenciación" entre “lenguaje” y “realidad” . Derrida reconoce la diversidad de sus registros operativos. 

El “no hay nada fuera del texto” derridiano jamás puede implicar un ingenuo retorno del idealismo trascendental implícito en la concepción medieval del mundo y el universo como Gran Libro Sagrado que amerita la intervención de un Gran Hermeneuta que descifre los Mensajes de un Autor Omnipotente. Es todo lo contrario de esta onto-teología de cuño falogo-fono-céntrico. 

El texto, tal como lo concibe Derrida, más bien muestra que la llamada “realidad” es una construcción histórica trabajada también por la “huella” , por el juego de las “diferencias y cesuras” . 

No obstante, Derrida, en su generalización estratégica de la categoría de “textualidad” y rompiendo con el concepto convencional y filológico de “texto” , reconoce también que las transformaciones de la realidad socio-política obedecen a regulaciones muy específicas en el territorio complejo y multidimensional de dicha textualidad. Nunca establece una contraposición maniquea entre “archivo” y “repertorio de prácticas culturales” , entre lo que denomina registro “auto-biotánato-heterográfico” y “performance” ... 

Reitero algo hace años planteado y “archidiscutido” : El derridiano “No hay nada fuera del texto”, no implica que, como dice el mismo Derrida, las “diferencias” entre “lenguaje lingüístico” y “realidad” se “puedan ahogar confusamente en la generalidad de un elemento homogéneo” (Derrida)... 

Por otro lado, en diversos aspectos el pensamiento de la Judith Butler autora de El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad; Vida precaria. El poder del duelo y la violencia; Marcos de guerra. Las vidas lloradas, etcétera —dicho esto por ella misma de una forma explícita o no—, está parcialmente inspirado por la obra de pensadores como Derrida y Lévinas... 

Un párrafo que me parece importante en el trabajo de Medar Serrata es este: 

«...El desplazamiento de la noción de discurso por la de performance desestabiliza la posición privilegiada que pretendía ocupar el crítico como poseedor de la llave de acceso al conocimiento de todos los aspectos de la realidad. Pues si el universo tuviera la estructura de un texto, ¿quién mejor dotado para desentrañar sus secretos que el experto en asuntos del lenguaje? Sin embargo, no se trata de abandonar el estudio de los textos o de las otras manifestaciones del archivo. De lo que se trata es de ver los textos como portadores de saberes en diálogo constante con otras formas igualmente ricas y complejas, dotadas de sus propios códigos, sus convenciones y maneras de preservar o resistir las estructuras de poder...». (Fragmento pp 251 y 252) Medar Serrata. “Literatura, discurso y performance”, en Masa crítica. Memorias del Primer Seminario Internacional de la Crítica Literaria en República Dominicana, Editora Nacional, 2013, Santo Domingo, R. D., pp 245-252

Relativamente vieja pero no agotada “conversación” ...


20 de mayo de 2015. Texto publicado como nota en TALLER ON DE PEDRO GRANADOS.



© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.


Otro enlace relacionado con este:

Blog Otros Textos Mutantes
https://almanzarbatalla.blogspot.com/2015/06/sobre-lenguajes-y-silencios-apuntes-de.html


Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
....................................................................................................................................

OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Aguahttp://cazadordeagua.blogspot.com/ y también: http://tambordegriot.blogspot.com/                   

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES: 

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

lunes, 23 de abril de 2018

UNHEIMLICH, UNCANNY, SINIESTRO... (Notita)

Marzo de 2012

Glosando a Freud, Heidegger, Lacan, Trías, Estiú, Braunstein...


Por Armando Almánzar-Botello


El término Uncanny es el vocablo equivalente en idioma inglés a la palabra alemana utilizada por Sigmund Freud en su libro de 1919, titulado Das Unheimliche

Con dichos términos se alude a la “inquietante familiar extrañeza” que genera en los sujetos el retorno de aquellas personas, seres o acontecimientos que fueron en un principio “familiares o conocidos”, pero que devinieron “extraños, amenazantes o siniestros”, es decir, pavorosos, al ser evacuados del sistema preconsciente-consciente y reprimidos en el sistema inconsciente, con el olvido radical que dicha represión comporta. 

Denomínase así Unheimlich a lo que fue familiar (heimlich) pero ha dejado de serlo (Un-heimlich), y, por tal motivo, su evocación o retorno se produce bajo el sabor, el olor o la especie de la extrañeza o la inexplicable amenaza.

Sigmund Freud, Jacques Lacan, Martin Heidegger, Emilio Estiú, Eugenio Trías (este último en su obra Lo bello y lo siniestro), el importante psicoanalista Néstor A. Braunstein, entre muchos otros, explican de un modo resumido y pertinente este fenómeno de transfiguración etimológica y proto-psicoanalítica. 

Jorge Luis Borges dice que la palabra Uncanny es prácticamente intraducible y que alude a un tipo de “horror sobrenatural” poco frecuente.

Afirma el autor de La biblioteca de Babel que el término inglés equivaldría a lo Unheimlich alemán. 

Borges, anglófilo declarado, supone además que el vocablo Uncanny resulta aplicable —quizá por primera vez en la literatura (¿inglesa?), según el argentino dice recordar—, a la novela Vathek de William Beckford, específicamente a la descripción que hace dicho autor de un original Infierno que se presenta como extraña biblioteca-laberinto, con extrañas salas, túneles o departamentos correspondientes a los círculos dantescos multiplicados hasta el delirio...

Esta arquitectura infernal resulta ser preludio de la misma obsesión de Borges por ambos elementos, biblioteca y laberinto, y una anticipación, dice el autor de El Aleph, de los “satánicos esplendores” presentes en las obras de Poe, De Quincey, Baudelaire, Huysmans...

Debemos prolongar dicho Infierno unheimlich, en su carácter de “antesala eterna de consulta”, a las obras de Kafka (El proceso y El castillo), Ionesco (Las sillas), Beckett (Final de partida), Sartre (A puerta cerrada)... En esta última obra, el autor plantea que “el infierno son los otros”...

No obstante, al margen de las referencias inglesas y norteamericanas que resalta Borges, Sigmund Freud, en su famosa obra monográfica Das Unheimliche (traducida por L. López Ballesteros y de Torres con el título de Lo siniestro), utiliza como principal exponente de lo unheimlich un famoso relato del escritor, músico, pintor y jurista alemán (muy criticado en vida por Hegel y por Goethe), Ernst Theodore Amadeus Hoffmann. 

El nombre del relato, en alemán, es Der Sandmann, y se ha vertido al español como El hombre de la arena, y en otras ocasiones como El arenero. El cuento pertenece al libro de Hoffmann titulado Nachtstücke, traducido como Nocturnos, obra que ofrece un total de ocho relatos.

Como nos recuerda con suma pertinencia Néstor A. Braunstein siguiendo a Freud y, evidentemente, al Martin Heidegger de Introducción a la metafísica (Barcelona, Editorial Gedisa, 1999, pp 136-139), la palabra alemana Unheimlich y su equivalente en inglés Uncanny, remiten etimológicamente a lo que en el mundo griego homérico se denominaba: deinón o deiná, y que significan lo “tremendo” o “grande”, eso desmedido que produce “temor y temblor”...

Posteriormente se habló de deinóteron o deinótaton con el significado de "admirable", "maravilloso". 

Evidentemente existe aquí, en estas dos últimas palabras —en la acepción trágico-sofocleana de dichos términos—, una represión u ocultamiento de la connotación “tremebunda”, terrible, que reviste el término deinótaton en el texto de Homero.

Posteriormente, como señala Braunstein siguiendo a Heidegger, el gran poeta proto-romántico alemán Friedrich Hölderlin traduce el deinótaton griego como Ungeheurer, “monstruoso”... 

Luego Rainer Maria Rilke habla, siguiendo la estela de Hölderlin, de “ángeles terribles”...

Aprovechando aquí sin lugar a dudas el pensamiento de Freud, Martin Heidegger, en su trascendente obra Introducción a la Metafísica, traduce al alemán el término griego deinóteron como Unheimlichsten

Como hemos ya señalado, desde López Ballesteros y de Torres, “primer” traductor de la Obras Completas de Freud al español, el término utilizado para traducir Unheimlich a este idioma es “Siniestro”. 

Así lo hace también el filósofo español Eugenio Trías, por ejemplo, en su lúcida y hermosa meditación sobre la belleza, los límites y la razón fronteriza.

No obstante, la estética de Trías, a pesar de hablar de “exorcismos ilustrados” de lo siniestro, permanece finalmente prisionera de una concepción de la belleza como “velo del horror”, como luminosidad o ekphanéstaton, y no logra penetrar con auténtico vigor en el territorio de las estéticas rotas, del “atravesamiento del velo”, en el campo en torsión de las est/éticas del a-coso por la Cosa (das Ding), en fin, de las estéticas posjoyceanas de “lo real obsceno” y de “lo abyecto” —aquí no hablo de la banalidad pornográfica— que rompen con la idealización del Uno y con la claritas comprendida al modo tomista-escolástico.

Es preciso señalar que con la traducción se pierde lo que en alemán se expresa con el prefijo “Un”: algo heimlich, familiar, hogareño (heim: hogar), se ha convertido en Un-heimlich, en “a-hogareño” o en “no hogareño”, es decir, en extraño, desconocido, pavoroso, siniestro. 

Uncanny, en inglés, tiene todas estas connotaciones de arrastre que hemos mencionado, y es el término especializado que se utiliza para traducir al inglés el Unheimlich freudiano...

Es muy pertinente, por lo tanto, el uso de dicho término, Uncanny, al igual que el de Unheimlich, para describir la extrañeza que suscitan en nosotros muchas situaciones u obras de arte que “activan” la dimensión siniestra “propia” del Deseo humano, de la alteridad constituyente que nos “trabaja desde adentro”, de la otredad promisoria o benéfica, por un lado, y amenazante o maléfica por el otro, que desborda siempre, en su carácter de goce y exceso, de real imprevisible, los límites de lo familiar y conocido.



27 de marzo de 2012


© Armando Almánzar Botello. Santo Domingo, República Dominicana.


Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
....................................................................................................................................

OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Aguahttp://cazadordeagua.blogspot.com/ y también: http://tambordegriot.blogspot.com/                   

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES: 

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

miércoles, 18 de abril de 2018

Van Gogh carcajeando, la mira fijamente...

«¡Ah, gusanos hijos de puta, bellacos cebados de tocino, nos odian a nosotros los jóvenes!...» William Shakespeare, Falstaff, Enrique IV 

«...El suspenso provisorio de masculinidad inasignable (Deleuze, Badiou) que llamamos hombre o padre, constituye una invención o actualización de un devenir-mujer virtual en lo inmanente, un artificio tético de la metáfora en la línea metonímica de fuga creada por lo femenino neutro (Almánzar-Botello) y su fluir ilimitado...Yo diría, matizando y extrapolando los vislumbres de Lacan, Deleuze y Badiou, que la mujer, como signo privilegiado, teje, incansablemente, campos de fuerzas libidinales indiscernibles o gradientes erógenos inasignables, habilita vías de tránsito para los encuentros y desencuentros del sinsentido y el sentido, de lo masculino y lo femenino, de la pulsión y la Deutung, del Cuerpo sin Órganos y sus n sexos...» Armando Almánzar-Botello

«Morir no sería más que entregar una nada a la nada; pero esto sería imposible de concebir, porque cómo podría uno, no siendo más que una nada, entregarse de un modo consciente a la nada, y no solo a una nada vacía, sino a una nada rugiente, cuya nulidad solo consiste en su incomprensibilidad.» Franz Kafka

                                       H R Giger: Li 1. Fotolitografía, 1974 

Por Armando Almánzar-Botello

Al gran artista Luis Buñuel, In memoriam


El óxido repite lo pasado sus motores en revuelta.

Sorda furia cacofónica en taquión inabordable.

¡Kali ahora máquina caósmica!
Terrible turbina cibernética o astro-madre-oscura.
Turbia y deseante...

El último retorno. 

Turbulencias de una letra 
profunda como el punto absorto que no cesa... 
¡Pero punto!

Entre tanto: muerto el perro como un padre, 
liberada la mujer se desnuda en el azar 
caprichosa en un lugar no fractal de la comarca.

Grita, habla, nombra, calla: 
¡piedra viva parpadeante, río necesario!

¡Yemayá!

Sangra, vuela, ruge.
Diosa germinante de la huella: 
trazos primordiales. 
Vida-Muerte.

Agua, cyborg, libre nada.

Labra: Crea: Olvida.

¡Okute Yemayá! 
Presumidos renegados del exilio.

Todos: Nadie.

¡Lilith!

¿Vibra en ella oscura la prosodia
del relámpago desértico,
madura ella al fin, 
a la sombra de palmeras dátil entreabierto?

¡Lilith!

A-sefirótica letra indecidible, 
carne andrógina en su génesis virtual 
                                                y a-cosmológica: 
borde vacilante de cuántico agujero 
—absorto fragor imperturbable, 
extraviado misticismo para Scholem— 
que a todo mundo esplendoroso lo erosiona, 
lo derrumba y lo desnombra. 
Trazo caligráfico encendido por abismo 
de lámpara que arde su alfabeto a-cabalístico: 
lupina incertidumbre quiasmática de pliegues, 
lalengua en la penumbra, animaloba-lengua est/ética 
el pelambre ¡roto al fin por Joyce el ekphanéstaton!
velluda y dulcemente originaria bestia erógena, 
casi para mí ahora toda vaginal o virginal o vulva, 
agria en baba hembra...

¡Lilith!

Nuevamente habla ella. ¡Lilith!
Dice: No... Sí... ¡El vértigo y el rayo!

Desemejante al fin su devenir
mujer molecular escu(l)pe hombres.
Luz inédita de soles.

A-seráfica desea tocar la trascendencia 
maquinal de superficies. 

                                         ¡Y danza!

La Mujer tachado el La no existe ahora. 
No hará semblante de Amo nunca ella. 
Al Otro silenciosa posiblemente ame... quizá odie. 

Dirá ¡no! a la hipóstasis del verbo,
al descenso y al ascenso por anástasis, 
al pálido y ausente señor de nuestros lares.

Gozará Lilith en su revuelta simulacros.
Tampoco El Hombre existe... Posthumano...

¡Finalmente reinará la rugiente apocatástasis!

¡Retorna el fuego escrito en insólito decálogo:

¡Okute-Yemayá, madre de agua!

Diversa la mujer molecular
—con ciega portentosa lucidez—
ya sopla por el mundo lo (im)posible.

En bloques de memoria, turbulentos, 
vuelven neutros de futuro,
                                            cabalgando,
rizomáticos rostros, laberintos, que Lilith con furor
desgarra y lame...

Antropófago en mujer el viaje intenso lo transmuta. 
Fatal demiurgo andrógino que no llegó a Tiresias,
en línea imprevisible de fuga cinegética, turbiamente sobrio, 
dionisíaco bebiéndose otra copa de abstinencia, 
sensual-oscurecida se desliza por sus labios...

Sonriendo yo Van Gogh su espejo roto la vislumbra...




Septiembre de 2017. (Otra versión del texto)


Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.




Otro blog en el que figura otra versión del texto:



Enlaces relacionados en este mismo blog: 



//almanzarbatalla.blogspot.com/2017/06/ironia-y-cultura-fragmento-martes-17-de.html

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
....................................................................................................................................

OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:



Cazador de Aguahttp://cazadordeagua.blogspot.com/ y también: http://tambordegriot.blogspot.com/                   

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES: 



Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

sábado, 14 de abril de 2018

IMPERIALISMO Y ATAQUE A SIRIA. Lacan, Derrida, Žižek, Chomsky, Medea Benjamin...

Noam Chomsky: «El ataque de EE.UU. contra Siria sería un crimen de guerra.»

«Debemos recordar que, a propósito de la compleja y conflictiva situación política imperante en Siria, el pensador esloveno marxista-lacaniano Slavoj Žižek, de un modo muy filosófico y abstracto-intelectualista (estilo que muy bien podría funcionar en esta coyuntura como mascarada ideológica) colocaba a la “insurgencia” siria contra el régimen de Bashar al-Ássad del lado de lo Real lacaniano. Además, consideraba Žižek a las fuerzas occidentales interventoras y al gobierno sirio como instancias que se disputaban los registros lacanianos de lo Simbólico y lo Imaginario.» Armando Almánzar-Botello

«El sector industrial estadounidense está en crisis, si es que no ha muerto ya. Gracias a las amnistías fiscales y a los engañosos acuerdos que llevan la etiqueta de “libre comercio”, se ha dado a las empresas toda clase de incentivos para buscar en el extranjero mano de obra más barata, eliminando los empleos de clase media mientras los altos ejecutivos ricos se enriquecen cada vez más [...] Pero hay un sector que no se ha visto afectado: el de las empresas que se benefician fabricando el instrumental de alta tecnología de la guerra moderna, el último gran producto que exporta Estados Unidos. Lo que el antiguo presidente Dwight D. Eisenhower llamaba “complejo militar-industrial”». Medea Benjamin

«[...] Sin la palabra, en tanto [que] ella afirma el ser, solo hay “Verliebtheit”, fascinación imaginaria, pero no amor. Hay amor padecido, pero no don activo del amor.

Con el odio sucede lo mismo. Existe una dimensión imaginaria del odio pues la destrucción del otro es un polo de la estructura misma de la relación intersubjetiva. Ya les señalé que se trata de lo que Hegel reconoce como el callejón sin salida de la coexistencia de dos conciencias, a partir del cual deduce su mito de la lucha por puro prestigio. [...]

El odio en nuestro discurso cotidiano se reviste de muchos pretextos, encuentra racionalizaciones sumamente fáciles. Tal vez sea este estado de floculación difusa del odio el que satura, en nosotros, la llamada a la destrucción del ser. Como si la objetivación del ser humano en nuestra civilización correspondiera exactamente a lo que —en la estructura del ego— es el polo del odio [...] El odio encuentra allí los objetos cotidianos con los que nutrirse. Pero, sería un error pensar que este odio está ausente en las guerras, donde algunos sujetos privilegiados lo realizan plenamente.» Jacques Lacan. “El concepto de análisis”, en Seminario I (1953-1954) , Los Escritos Técnicos de Freud, Editorial Paidós, Barcelona, 1981, páginas 403 y 404.


Por Armando Almánzar-Botello


Para Jacques Lacan, en su lógica cuasi-modal o alética, utilizada para la formalización de la verdad en psicoanálisis, lo “Real” participa de una doble definición: lo “real imposible”, que “no cesa-de-no-escribirse”, es decir, aquello no registrable ni programable, imprevisto y ajeno desde adentro a la simbolización, un real que se resiste a ser asimilado y domesticado por el expediente de la fórmula matemática o por la significación intencional husserliana, por el intento unívoco, efectuado por un sujeto del enunciado, de formular lógica, matemática, lingüística o ideológicamente, “la verdad de la verdad”...

Por ese motivo, Lacan establece un nexo o vínculo entre lo Real y el exceso. A dicha plétora y exceso indomeñables apuntan lo Real y lo Imposible.

Lo Real es, en este sentido, lo que resiste a la simbolización explícita o a la codificación, eventualmente perversa, escamoteada y/o programada en la sombra...

Por otro lado, tal como se puede leer en cierta fase del pensamiento de Jacques Lacan y como nos recuerda muy oportunamente Jacques-Alain Miller, existe una dimensión de lo real que ya no se revela como imposible (lo que “no-cesa-de-no-escribirse”), sino que se manifiesta bajo la modalidad de la contingencia (lo que “cesa-de-no-escribirse”), que debemos distinguir, a su vez, de lo posible: lo que “cesa-de-escribirse”.

Esta contingencia del “cesa-de-no” permite dar el testimonio de aquello que, abriendo los meandros y claroscuros del inconciente, capacita a la “dupla no complementaria analista- analizado” para realizar un análisis en sentido estricto: pasar del trauma meramente padecido por el analizado, de “eso” que “no-cesa-de-no-escribirse”, a lo que, a través del proceso analítico y en el contexto de la transferencia, “cesa-de-no-escribirse” y se inscribe, se escribe, dando lugar así al “carácter fronterizo y terapéutico” (J. Alemán Lavigne) de un decir que implica una suerte de conjunción-disyunción del Deutung (sentido) y la Trieb (pulsión).

Avanzado con el tema de fondo que nos ocupa, debemos recordar que un gran pensador como Jacques Derrida llegó a considerar que ni siquiera los ominosos atentados contra el World Trade Center en septiembre del 2001, fueron actos que implicaron, en sentido estricto, el registro que Lacan denomina “lo Real-imposible”.

Derrida no consideraba esos hechos “terroristas” como ejemplos de lo que él mismo conceptualiza como “Acontecimiento imprevisible”; categoría que, por su alusión a la “imprevisibilidad no comandada ni sobredeterminada” por los poderes fácticos o formales de los dominios establecidos —conocidos o no por los sujetos en proceso—, se podría poner en relación (in)directa con el carácter resistente y “absorto” de lo Real-imposible lacaniano.

Se preguntaba Derrida si esos eventos terribles del 11 de Septiembre procedían realmente de una “exterioridad”, si estaban libres de toda programación doméstica y de todo carácter “auto-inmune”…

El concepto lacaniano de “extimidad”, y el cuasi-concepto derridiano de “parergon” (marco indeterminado que separa y une, simultáneamente, el “ergon” con su “afuera”), podrían aquí explicar o ayudar a pensar esta contaminación problemática de lo “interior” y lo “exterior”, de la “víctima” y el “victimario”, del “terrorismo de Estado” y el terror “terrorista”… de la “violencia mítica del poder procedente del Estado” (Walter Benjamin) y la violencia insurgente del pueblo como “ergon” o energía “desencadenada”…

Slavoj Žižek, siguiendo e interpretando a Jacques Lacan, equipara lo Real con un Vacío y una errancia no programada —ni programable— que impide un cierre del Orden Simbólico en su vocación totalizante, y, en última instancia, totalitaria...

Es preciso reiterar que Žižek, en una cierta etapa o fase de su obra, deja de concebir lo Real como “núcleo duro” y pasa a considerarlo como un “vacío”, algo que vendría a disolver la pretensión de auto-consistencia de lo simbólico, mutación señalada por Ernesto Laclau, en su polémica con el pensador esloveno, como una “traición” de Žižek al concepto lacaniano de lo Real traumático, inasimilable…

Posteriormente, el autor de Visión de paralaje teoriza una tripartición de lo Real que juega con el trípode lacaniano “Real”, “Simbólico”, “Imaginario”.

Entonces Žižek establece, de un modo que tal vez, en ciertas ocasiones, resulte un tanto gratuito-filoneísta y merecedor del “escepticismo” de un Noam Chomsky, una serie compleja de deslindes entre lo “Real-simbólico”, lo “Real-imaginario” y lo “Real-real”...

Debemos recordar que, a propósito de la compleja y conflictiva situación política imperante en Siria, el pensador esloveno marxista-lacaniano Slavoj Žižek, de un modo muy filosófico y abstracto-intelectualista (estilo que muy bien podría funcionar en esta coyuntura como mascarada ideológica) colocaba a la “insurgencia” siria contra el régimen de Bashar al-Ássad del lado de lo Real lacaniano. Además, consideraba Žižek a las fuerzas occidentales interventoras y al gobierno sirio como instancias que se disputaban los registros lacanianos de lo Simbólico y lo Imaginario.

Sin entrar, por ahora, en el análisis detallado de esta problemática “tripartición de la tripartición” con respecto a lo Real, digo simplemente que con dichas definiciones de lo Real, tanto las formuladas por Jacques Lacan (Real-imposible y Real-contingente) como las reformuladas por Slavoj Žižek “redescribiendo-distorsionando” la categoría del gran psicoanalista francés, no veo ninguna pertinencia “teórico-crítico-hermenéutica” en el hecho de concebir y argumentar que ciertos grupos paramilitares —instancias armadas de hombres en gran medida subordinados a lo molar-totalizante de la Axiomática Capitalista Occidental, es decir, mercenarios, y, en muchas ocasiones, meros asesinos de diferentes nacionalidades: sicarios, pseudo-soldados bajo “contrato descaradamente mercurial” (lo simbólico-circular por excelencia: perverso en este caso)— puedan formar parte de una supuesta “resistencia revolucionaria”, en apariencia “disruptiva” y ligada a “lo Real-heterogéneo batailleano” (uno de los puntos de partida del concepto de “lo Real-imposible” en Lacan, conjuntamente con los pensamientos de Kant y Hegel), cuando, hasta ahora, esas fuerzas “rebeldes” solo han resultado sospechosas de ser programadas por organismos de inteligencia como la CIA, sobrecodificadas y orientadas por “atractores extraños” procedentes de la misma Axiomática Capitalista Occidental: Fuerzas mentidamente humanitarias y revolucionarias.

A nuestro entender, estamos más bien en presencia de una simulacralización de la Revuelta llevada a cabo por los agentes del Biopoder Imperial de Occidente comandados por los Estados Unidos. Falsa “causa ausente” de “un pseudo-real” absoluta y perversamente programado por lo simbólico-mercurial, hipostasiado ahora bajo una fórmula que pretende justificar el violento recurso neocolonial y guerrero, con la apelación a una retórica pseudo-filantrópica, humanitaria y falsamente universalista.

Aun si aceptamos el carácter “bifronte”, “mixto”, “polivalente”, que podría caracterizar a esta “insurgencia popular”, esa instancia de supuesta ruptura, de pretendida “frangencia” con respecto al Orden Simbólico fundamentalista de Bashar al-Ássad, no alcanzaría nunca el estatuto de lo Real lacaniano-indomeñable, porque finalmente queda subordinada al cerco duro del Capital Axiomatizado y sus agentes beneficiarios...

Lo inasimilable de lo Real no implicaría para Lacan, políticamente hablando, romper con una codificación o estratificación autoritaria o fundamentalista, para que, de inmediato, las fuerzas supuestamente democráticas, “humanitarias” y “revolucionarias” así liberadas pasen a ser capturadas por otra configuración molar y militar-opresiva, más totalitaria y peligrosa todavía —para el juego de la multiplicidad y lo plural—, que la misma “territorialidad arcaica” fundamentalista (Deleuze) que supuestamente se pretendía erosionar, pulverizar y transfigurar en nombre de la supuesta liberación de los pueblos... ¡y de la mendaz democracia entendida al estilo American Way of Life!

Salvando las distancias relativas, ¿quiénes eran los rebeldes en Irak y en Libia, por ejemplo?

¿Cuáles fueron los resultados de las intervenciones militares realizadas en esas naciones por los Estados Unidos y las potencias occidentales que apoyaron la política genocida del Imperio?

En esos países los llamados “rebeldes” eran grupos financiados por los intereses occidentales orientados a lo que todos conocemos: Al saqueo de los recursos de esas naciones. (Conozco de primera mano pruebas vivas, tangibles de dicho saqueo… y no se trata de información obtenida por medio de libros o a través de la prensa…).

¿Resultado de las maniobras “civilizatorias, justas y democráticas” de EE.UU. y sus aliados?: el caos político-social en esas naciones y el sufrimiento innombrable de la población civil, más próxima esta en su compleja polivalencia a la problematicidad de lo Real inabordable y a la “incompleción de la verdad”, que los “insurgentes-mercenarios pagados por Estados Unidos” en el caso de Siria, los cuales, en las presentes circunstancias, se descubren más bien en su condición de “máquinas de guerra” que han perdido su genuina capacidad mutante (Deleuze) por encontrarse ligados, estructuralmente, por co-funcionamiento y de forma indirecta, a la vocación imperial de unidad-totalidad-verdad característica del complejo cibernético-militar-financiero de Occidente...

¿Se ha cuantificado la cantidad de insurgentes en Siria y se ha determinado su efectiva ausencia de complicidad con los sectores hegemónico-monológicos de Occidente?

¿Hay reales pruebas de los ataques químicos del gobierno sirio a la población civil, que no sean las mismas “pruebas” aportadas por los interesados en bombardear e invadir a Siria para hegemonizar en la zona y saquear sus recursos?

¿Es preciso recordar ahora que nunca, nunca se descubrieron en Irak las presuntas armas de destrucción masiva que “justificaron”, ante la opinión pública mundial, el bombardeo a Bagdad y la posterior y brutal invasión occidental-estadounidense al territorio iraquí?

¿Cuál es, estructuralmente, el efecto de esas intervenciones militares, su impacto en el complejo e (im)predecible juego geopolítico de fuerzas e intereses en lucha, y a quiénes favorecen —voluntaria o involuntariamente— en el Orden Simbólico de una realidad planetarizada construida esencialmente por las fuerzas de captura y reterritorialización imperialistas?

¿Son los rebeldes en Siria, en las presentes circunstancias, “representantes de un Real” inabordable que apertura, desde su estatuto potencial de (im)posible, nuevas posibilidades societales favorables para los pueblos de esa región, o más bien funcionan como un mero apéndice instrumental de la Axiomática ampliada del Capital en su vocación guerrera y de rapiña?

Estas podrían ser interrogaciones žižekianas, si se quiere... de inspiración lacaniana.

Y que conste: ¡No estoy juzgando aquí fenómenos más amplios y complejos como la Primavera Árabe!


Martes, 3 de septiembre de 2013. (Texto retocado).


IMÁGENES DEL COLLAGE FOTOGRÁFICO: Desde el ángulo superior izquierdo, en el sentido de las manecillas del reloj: 1) Jacques Lacan; 2) Jacques Derrida; 3) Medea Benjamin; 4) Slavoj Žižek; 5) Noam Chomsky.


................................................................................................

NOTA DE 2018:


Dado el actual balance o ecuación mundial de fuerzas en términos de poder tecnológico-militar y económico, las múltiples consecuencias de un ataque bélico contra Siria por parte de los Estados Unidos y sus aliados, europeos o no, podrían ser radicalmente imprevisibles y catastróficas.  

© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.


Otro blog en el que figura este mismo texto:

Blog Cazador de Agua:
https://tambordegriot.blogspot.com/2013/09/imperialismo-y-ataque-siria-lacan.html?m=0


Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
............................................................................................

OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Agua                   

Tambor de Griot

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.