«C’est la Mort –ou la Morte– Ô délice! ô tourment!» Gérard de Nerval [«Es la Muerte –o la Muerta– ¡oh delicia, oh tormento!» Gérard de Nerval]
«Oh Amor, el atardecer siempre te mira nimbado de lejanía... y sin embargo...» Armando Almánzar-Botello
«O des verfluchten Geschlechts. Wenn in befleckten Zimmern jegliches Schicksal vollendet ist, tritt mit modernden Schritten der Tod in das Haus.» Georg Trakl: “Traum und Umnachtung”, im Sebastian im Traum.[«Oh de la estirpe maldita. Cuando en los aposentos mancillados cada destino se ha cumplido, entra la muerte en casa con pasos putrefactos.» Georg Trakl: “Sueño y Delirio”, Sebastian en Sueños]
A la muñeca Olimpia de E.T.A. Hoffmann
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¡Cuánto dolor en mi atavío aquí se yergue, cuánta inclemente angustia, cuánto insondable terror destroza mi genealogía de bruces! La anagnórisis y el fin han llegado para mí, irrevocablemente... ¡Oh, Erinias crueles!
Resultó ser la dulce Ofelia un personaje inventado por Andrea... y Andrea —bien ahora lo comprendo—, es tan solo un espectro de fonemas que viaja por el viento.
Alejandra parecía siempre la más densa, mas devino simplemente la sombra de Lucía. Y Lucía ya no existe... era imagen de Andromelia, un soplo imaginario que me odia en la distancia, en la bruma enmarañada de un silencio...
La única real con labios de relámpago y corola entreabierta y comprensiva, parecía ser Alicia escrita en el temblor despierto de la aurora...
Sin embargo, me desgarra la letra del dolor el pecho, cuando al caer al fin todos los velos, descubro ardiendo que siempre fue mi “flor-mujer” —sin yo jamás alcanzar a imaginarlo—, una sorprendente Computadora IBM, de última generación perversa...
Ahora, en el patio desolado del espanto cibernético, la Estatua sin clemencia cada noche me persigue, y dibuja, incesante, los contornos de la luna, y me anula hondamente con olvido...
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Octubre de 2010
Blog Otros Textos Mutantes
Miércoles, 28 de enero de 2015
Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
Otro blog donde figura este mismo texto:
Blog Cazador de Agua.
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SUEÑO GRATIFICANTE (PRINCIPIO DEL PLACER) Y PESADILLA (MÁS ALLÁ DEL PRINCIPIO DEL PLACER)
Por Armando Almánzar-Botello
«Lo kitsch como cita y parodia no es lo kitsch padecido en primer grado, como acontece con casi todo lo que se escribe desde la solemnidad sin ironía.» Armando Almánzar-Botello
«El onirokitsch “benjaminiano” te viene a despertar del confort de lo banal en la vigilia; como recurso “citativo” es cruda iluminación de lo histórico.» Armando Almánzar-Botello
«Cuando soñamos que soñamos está próximo el despertar.» Novalis
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Es algo banal el intento de querer despertar cuando el sueño es traumático, y de anhelar proseguir soñando cuando el sueño es gratificante.
Ese dormir gratificante, según Walter Benjamin, es el estado hipnoide y de trivial “ensoñación kitch” (no me refiero aquí al “onirokitch” de Benjamin) pruducido por la seductora mercancía en el contexto de la ideología capitalista concebida como avieso intento de negar la historicidad de las formas-sentido.
Obedece dicho familiar pero inquietante recurso a los mecanismos de defensa del Ego soñante; de un Yo hipostasiado que se resiste, aun dormido, a ser confrontado, no con la Realidad de la vigilia —instancia que constituye otro modo político de seguir dormido, hipnotizado, amodorrado, histerizado por la mercancía y por el shopping mall, es decir, prisionero del simple principio del placer como principio de constancia energética—, sino con lo Real de la castración, con el vacío, la hiancia, el hueco, el conflicto, la negatividad, el terror, la nada (no “néant” sino “rien”) que se encuentra por detrás de toda imagen onírica.
El “onirokitch surrealista” de Walter Benjamin debe ser entendido “como espejo inverso de la banalidad estética y hedonista cotidiana”, de la trivialidad promovida enmascaradamente —para consumo engañoso de las masas irredentas y bajo la mentida categoría de “lo artístico”—, por la proliferante axiomática del sistema capitalista mercantil y financiero…
Si como nos recuerda Theodor W. Adorno el pensamiento crítico de Walter Benjamin asocia el kitch onírico (el onirokitch) al surrealismo y su estética vanguardista, Franz Wedekind entiende lo kitch como «la forma actual del gótico, el rococó y el barroco», entendiendo, como escribe Adorno: «Que es precisamente de los materiales rechazados de donde algún día surgirán los significados auténticos.» T. W. Adorno: “Sobre el legado póstumo de Franz Wedekind”, en Notas sobre literatura, (Frankfurt am Main, 1974; Akal, 2003, 2009)
Apuntando en esa dirección el onirokitch surrealista puede conducir a una “iluminación”, a un despertar del sueño engañoso que provoca el “kitch real de la experiencia cotidiana” (Ricardo Ibarlucía).
En su intento de recuperar el sentido histórico de las formas ahondando en el desecho, en el vestigio, en lo vulnerado, en lo despreciado, abandonado, rechazado y caduco, el onirokitch de Benjamin y Wedekind vendría a ser para mí una suerte de “sistema de signos declarados”, tal como dice Roland Barthes en otro contexto, frente al “sistema de signos inconfesados” propio del opaco y aproblemático “kitch cotidiano” como simple dormir ideológico, banal, vulgar, empobrecido, deshistorizado e inconsciente.
Por otra parte, aquí la verdad no es, psicoanalítica y filosóficamente hablando, un contenido constituido, estable, sino más bien esa relación de necesario y estructural “descompletamiento” que el sujeto establece con la dimensión tética del sentido para poder vislumbrar, en los litorales del sueño, lo real, la carencia de Ser, el exceso…
El poder de la pesadilla como sueño traumático es superior, en tanto que fuerza reveladora de un Real imposible al que aspira la “verdad constituyente”, al “principio del placer” satisfecho que comporta el simple sueño gratificante y homeostático.
Curiosamente, en la vigilia kitch como plácido sueño programado se forcluye y viene a ocultarse un “real indomeñable” revelado en la pesadilla, históricamente, como el agitado sueño barroco y surrealista que nos conduce al despertar.
Por ello, la realidad sociosimbólica convencional, espectacular, es decir, lo simplemente verosímil de la vigilia, es una mera variante pragmática del dormir…
Juan David Nasio considera al sueño, freudianamente concebido, como una “formación del inconsciente”, junto con el chiste, el acto fallido, el síntoma, el acting out y el lapsus.
El “objeto a” en su vertiente de “vacío” es causa del deseo; en su carácter de instancia obturadora es un condensador de goce.
El “objeto a” es un vestigio real del goce mítico absoluto.
Lo Real del goce se encuentra en lo que Freud llamó el “Más allá del principio del placer”… y colinda con la angustia, con la pulsión, con la pulsión de muerte…
Por todo esto, Jacques Lacan, leyendo la Antígona de Sófocles y revisando cierta interpretación de Hegel, elabora una ética psicoanalítica en la que el deseo apunta al goce, sí, pero sin implicar esto un ¡goza! de partida, sino un “¡desea!… y si quieres luego goza”, pero asumiendo la pérdida, la falta, la castración, cierto desapego “en la escala invertida de la ley del Deseo”…
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2 de noviembre de 2013
Armando Almánzar-Botello
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IMÁGENES (Arriba)
1) Salvador Dalí: “ Mujer-flor”, 1944
2) El superordenador Summit, de la International Business Machine Corporation (IBM), uno de los más potentes del mundo.
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Cazador de Agua
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Muy buen texto: con una fuerza incontenible que a cualquiera lo llevan al olvido...A. T.
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