«...Y así, suspendida mi conciencia en el filo impreciso de un instante que no es vigilia ni sueño, alguien mira desde mí en los balcones mi cráneo las redes de la vida y de la muerte: el intrincado vórtice de luces y sombras digitales que se abre de modo imprevisto en uno de los muros de mi cuarto. En su cambiante laberinto de reflejos y señales leo el pensamiento de mi mujer, experimento sus extrañas sensaciones humanoides. Siento las emociones simuladas de centenares de personas que atraviesan mi cuerpo y mi mente como ráfagas. Mi ser es una red interferida, una máquina mutante jugando con espectros, un espacio monstruoso y coreográfico. Cubierto mi cuerpo con el traje de sensores, adivino la ciudad latiendo oscuramente, creciendo como ameba gigantesca, respirando en el espacio torturado como un ávido rizoma que se expande...». (Fragmento). Armando Almánzar-Botello. "Cazador de Agua", 1993. Tomado de "Cazador de agua y otros textos mutantes. (Antología poética 1977-2012)", Editora Nacional, Santo Domingo, República Dominicana, 2003.
Nahúm B. Zenil.“Tengo una muñeca” (I Have a Doll).1979
Nahúm B. Zenil. "Retrato de boda". 2009.
Por Armando Almánzar-Botello.
A Pedro Lemebel, a Néstor Perlongher, a Luis Alfredo Torres. In Memoriam.
A tantos otros que rezando vuelan por un aire sacratísimo de capillas, callejones y castillos, pero sin asumir las consecuencias éticas de su excéntrico y divino sentir.
A tantos otros que rezando vuelan por un aire sacratísimo de capillas, callejones y castillos, pero sin asumir las consecuencias éticas de su excéntrico y divino sentir.
Los gais, lesbianas, transgéneros y feministas dominicanos, tanto los de la vieja guardia como los recientemente salidos del closet, aquellos que por su juventud, por su ceguera ideológica o por falta de oportunidades para alcanzar una formación intelectual y crítica no han podido reflexionar a "fondo" sobre las implicaciones socio-políticas de sus prácticas, deberían, sin renegar de su condición, revisar sus opiniones "espontáneas" o posturas "teóricas" al respecto.
El Capitalismo Financiero-Militarista sigue siendo actualmente —en muchos de los aspectos fundamentales de la vida social de los seres humanos y a pesar de una relativa devaluación histórica de la figura paterna y del nombre-del-padre—, androcéntrico, patriarcal y "chauvinista-fálico". No obstante, su estrategia actual de reproducción como Biopoder pasa por la "androginia metastásica y/o metamórfica", por la "sexualidad coreográfica" y la homosexualidad como "conquista" y "orgullo", por la promoción del travestismo, de lo transgénero, de lo transexual... Todo ahora legalizado, "santificado", normalizado y regulado "limpiamente" por las Leyes del Mercado, es decir, por las "normas que pautan el funcionamiento" de los Tribunales y Monopolios...
Es un hecho irrevocable: Presenciamos hoy en día una Voluntad Capitalista de Goce conjugada o acoplada con demandas de reconocimiento de las diferencias sexuales, de las pseudo-diferencias y de la indiferenciación. Paradójica y compleja imbricación de la libido polimorfa con las estructuras dinerarias. (Horst Kurnitzky: "La Estructura Libidinal del Dinero: Una contribución a la teoría de la Femineidad") ¿Pseudo-movilización ideológica y/o desmovilización política neo-capitalista?
Con la defensa o promoción, "libertaria" en apariencia, de las "múltiples coreografías eróticas transbinarias", ¿no estaremos de hecho frente a una retorcida estrategia orientada a lograr la invisibilización u ocultamiento de la "mujer no lésbica y femenina", con el objetivo de condicionar la estructura tradicional de la familia y la maternidad biológica "convencional", para tornarlas más funcionales u operativas desde los fines e intereses tecno-económicos del Sistema?
Atractores extraños y ocultos regulan cierto sutil etno-economicismo pseudo-erótico y falsamente liberador o diferencial, encaminado a crear por medio del Marketing, en el seno de las relaciones eróticas interpersonales —programadas en el contexto de la sociedad neo-capitalista de control banóptico-crematístico (Foucault, Deleuze, Bauman, Britto García) y su llamada "Gerencia del Amor"—, lo que se denomina en la economía "segmentación de los mercados" e incremento de competitividad por "diferenciación" del producto.
Tal como ya lo había percibido el sociólogo norteamericano Daniel Bell, el llamado capitalismo hedonista postmoderno y postindustrial encuentra su energía en lo anteriormente reprimido por el capitalismo clásico puritano de tipo weberiano, cuyas pulsiones acorraladas retornan ahora, como desencadenamiento de lo reprimido, en los llamados "Mercados del Amor" y en las "nuevas" políticas del "cuerpo liberado" y el género como performatividad.
Dichas políticas, de manera directa e indirecta, quiéranlo o no, sépanlo o no sus oficiantes, vienen a revitalizar la Gran Axiomática del Capital y sus límites inmanentes, en proceso constante de redefinición y ampliación.
Ciertamente, han cambiado de modo significativo las condiciones históricas en las que Octavio Paz, por ejemplo, expresaba sus juicios sobre capitalismo protestante, feminismo y libertad sexual, cuando era entrevistado por Rita Guibert a principio de los años setenta.* Recordando esa magnífica entrevista, nos preguntamos en clave etno-retórica y biopolítica, frente a la actual recuperación de la "disidencia" sexual por parte del Nuevo Orden Global Neo-Liberal: ¿no sería mejor seguir siendo la "Pájara" o "Tortillera" disfrazada, el discreto y elegante "Maricón de Orillas", pero afianzados en nuestros "aires de familia", en nuestras "culturas mestizas" y "tradiciones vernáculas" latinoamericanas?
Francis Bacon, the painter, decía que con la legalización de la homosexualidad la "energía" o la "potencia" que se gana en seguridad pública, "des-estigmatización", reversión del "estigma" en supuesta "virtud" a seguir, equidad formal y estabilidad o protagonismo socio-político alcanzado por los gais, generalmente se sustrae, por efecto simétrico inverso, a la creatividad, la aventura y la intensidad del Deseo, a entender éstos como riesgo de la transgresión asumida contra ciertas Legislaciones Canónicas del Amo... Tema de discusión abierto para los homosexuales...
El espaldarazo de los Gobiernos Demócratas de los Estados Unidos a los movimientos de gais, lesbianas, transgéneros, travestis y transexuales, tiene, en países como el nuestro —política, cultural y económicamente subordinados a diferentes Potencias—, unos poco visibles pero reales efectos disolventes que pueden implicar la neutralización y recuperación, en clave neocolonialista enmascarada, de las fuerzas transgresivas y liberadoras que se expresan en determinadas prácticas sociales populares.
Debemos resaltar que creemos en el pleno derecho que les asiste a los miembros de la comunidad dominicana LGBT (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales) a ser respetados y reconocidos como legítimos actores sociales en sus diversas especificidades culturales y prácticas de sexualidad y género. Lo que realmente nos resulta preocupante y percibimos como ambiguo, es el papel central que asume la política neocolonial norteamericana en este proceso.
Ante la presencia arrolladora de los recursos mediáticos e intereses ideológico-culturales estadounidenses en las luchas a favor de las llamadas minorías sexuales, se impone la necesidad de recordar un principio estratégico y pragmático de la política: Dime quién te financia o respalda y te diré los contenidos y el alcance de tu proyecto emancipador.
La ceguera ideológica de muchos, por real ignorancia o por cínico interés mercurial, les impide ver y/o reconocer la limitación y subordinación inevitables que ciertos apoyos económico-políticos conllevan para determinadas prácticas potencialmente libertarias.
Hasta en la misma sociedad norteamericana los movimientos políticos de liberación y lucha por el reconocimiento de gais, lesbianas y transgéneros, movilizaciones que disfrutan de un bastión ideológico de amplia y profunda capacidad defensiva en los ámbitos académicos, bajo el nombre de Estudios Culturales de Género, corren el albur de verse neutralizados y recuperados por el establishment si pierden de vista su vinculación con reivindicaciones y luchas económico-políticas más amplias y matizadas.
A lo dicho anteriormente obedece el valor ejemplar que revisten, independientemente de sus diferencias, propuestas como las de Gayatri Spivak y Judith Butler. La primera, en el ámbito de los Estudios Postcoloniales, y la segunda, en el contexto de una investigación sobre el problema de los vínculos entre ética, muerte, alteridad, derecho, política imperialista, guerra, soberanía nacional, justicia, terrorismo y solidaridad.
No puedo dejar de mencionar aquí los excelentes textos de Judith Butler: "Vida precaria. El poder del duelo y la violencia". Paidós, Buenos Aires, 2006, y "Marcos de guerra. Las vidas lloradas". Paidós, España, 2009.
En ambos libros de ensayos la pensadora norteamericana de origen judío somete a una severa crítica la política androcéntrico-falocrática y guerrerista norteamericana, la cual ha sido y sigue siendo, en mayor o menor grado, consonante con la abrogación de normas fundamentales del Derecho Internacional por parte de los Gobiernos de Estados Unidos, no sólo inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Es pertinente recordar que Judith Butler, lesbiana militante, es la autora de una obra crucial del feminismo dialógico-crítico: "El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad", (Editorial Paidós, España, 2007). Ello no le impide cuestionar y esclarecer con lúcida dureza, en los dos primeros libros de su autoría que hemos mencionado, el deslinde criminal entre vidas que merecen luto, duelo, y vidas que no lo merecen. Esa etiquetación segregativa la realiza el biopoder imperial norteamericano, androcéntrico, en el contexto de las guerras de rapiña orientadas por el Estado y el Complejo Militar-Financiero.
¿No podría implicar el oficial respaldo estadounidense a los grupos constituidos por las "minorías" sexuales populares de países como los latinoamericanos, una forma de manipulación encubierta, de neutralización del potencial contestatario, emancipador y revolucionario que pueda estar latente en esos grupos o sectores sociales? ¿No sería el apoyo y financiamiento a esos grupos y prácticas —limitados a simples reivindicaciones de género—, una forma de control, de vaciamiento de contenidos políticos más profundamente transformativos?
En síntesis, ¿no sería este tipo de "solidaridad" oficial con los "disidentes" sexuales una continuación de la guerra imperialista y colonialista por otras vías más sutiles, una coartada político-económica bajo apariencia de protección a los Derechos Humanos?
Creemos oportuno recordar también que filósofos neo-marxistas lacanianos tales como Slavoj Žižek y Alain Badiou, señalan las limitaciones críticas de los Estudios Culturales cuando dichos modelos de interpretación, en muchas de sus vertientes, pierden de vista el análisis económico de las estratificaciones sociales y de género, las nuevas formas monstruosas de inequidad producidas por la articulación traidora y cínica del biopoder en el contexto de las Sociedades Capitalistas de Control y su escamoteada división de clases.
Julio 2015
© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.
* MODULACIONES PAZIANAS DE UN PROBLEMA...
ADENDAS 2012 y 2015
Fragmentos de una reflexión de Octavio Paz en torno al erotismo, el feminismo, la homosexualidad y libertad sexual.
Publicado en Facebook por Armando Almánzar-Botello en Marzo de 2012.
1-. «Yo estoy por la igualdad, pero igualdad no quiere decir identidad, homogeneidad. Los hombres son —y qué bueno que lo sean— cada uno distinto al otro; y también qué bueno que los hombres sean distintos a las mujeres. En una sociedad realmente libre lo importante sería el cultivo de las diferencias: aquello que nos distingue es aquello que nos une. [...] El drama del feminismo norteamericano es que su arquetipo es masculino. La mujer yanqui, sin excluir a las feministas, [¿sólo la mujer yanqui, en esta era globalizada?] se ve a sí misma con ojos masculinos. La verdadera revolución sería que las mujeres diesen a la sociedad arquetipos masculinos y femeninos y que nosotros, los hombres, nos viésemos en ellos.» Octavio Paz. "Pasión crítica (Entrevistas)". Seix Barral, 1985. Entrevista con Rita Guibert. Páginas 39 y 40.
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2-. «...Cuando una sociedad presenta como único arquetipo lo masculino, hay violencia y deformación. Ese es el caso de la sociedad protestante capitalista de los Estados Unidos: el modelo ha sido sobre todo un arquetipo masculino y la mujer ha tenido que adaptarse a este modelo; al masculinizarse, la mujer se ha deformado. Pero el hombre también se ha mutilado. El hombre no es solamente hombre, es también mujer.
" Cuando el hombre norteamericano piensa que lo fundamental es el trabajo, el ahorro, la dominación... cuando concibe el deporte como competencia y como guerra... cuando incluso ve al placer como trabajo y el número de orgasmos es equivalente al número de rounds en una pelea o al número de dólares que tiene en la cuenta del banco... en ese momento el arquetipo masculino está mutilando al hombre. Habría que feminizar a la civilización occidental. [...]
" La rebelión de la mujer es un aspecto de los cambios que experimenta Occidente. Cuando uno ve lo que es la civilización contemporánea, es imposible no ser pesimista: es el reino de la violencia, la mentira. Pero hay movimientos que implican posibilidades de renovación, como el de las minorías raciales o el de la juventud. En el caso de la mujer, el movimiento no es de una minoría sino de la mitad del género humano.
" Pero, repito, para mí lo esencial no es que las mujeres tengan derechos idénticos a los de los hombres —AUNQUE ESTO SEA NECESARIO, URGENTE, INDISPENSABLE—, sino que tengan conciencia de ellas mismas, sobre todo de su cuerpo. Sólo si la mujer tiene conciencia de su propia singularidad corporal podrá crear arquetipos eróticos de lo masculino y lo femenino. A partir de su cuerpo debe edificar su imagen del hombre y de sí misma. Al liberarse de la imagen deformante que el hombre le ha impuesto de sí misma, la mujer también liberará a los hombres.
" [...] Cuando la mujer, al comenzar la revolución industrial, abandonó el hogar para trabajar en fábricas y oficinas, engrosó los ejércitos de los asalariados. ¡Eso no fue una liberación! Desde este punto de vista, la liberación de la mujer es una parte de la liberación general de los asalariados.
" Pero yo me refiero, además, a otra liberación, una liberación que sólo la mujer puede realizar: cambiar el erotismo occidental, feminizar nuestra agresiva civilización, darnos arquetipos eróticos distintos a los que la sociedad industrial moderna, en sus dos vertientes: la capitalista y la comunista, ha impuesto en todo el planeta. Acabar con los mitos del trabajo que hacen del cuerpo y del alma meros instrumentos de producción...» Octavio Paz. "Pasión crítica (Entrevistas)". Seix Barral, 1985. Entrevista con Rita Guibert. Páginas 39, 40, 41 y 42.
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3-.«El homosexualismo es una desviación. No debemos perseguir las desviaciones. Tampoco idealizarlas. Pero tal vez deberíamos comenzar por no llamar desviaciones y perversiones a la pederastia, el lesbianismo y las otras excentricidades eróticas. Esos nombres son un indicio más del carácter represivo de nuestra sociedad... De todas... Aunque de manera distinta. En todo caso Fourier llamaba a esos penchants de la carne y la imaginación con un nombre más humano y realista: manías. Sí, son notas extremas de la armonía erótica, matices del tejido universal. O sea, parte de ese vasto sistema de atracciones y repulsiones que es el erotismo. Pero no son el centro del sistema. El pivote de la sexualidad, lo que da movimiento al todo, es la oposición universal y complementaria entre lo masculino y lo femenino...» Octavio Paz. "Pasión crítica (Entrevistas)". Seix Barral, 1985. Entrevista con Rita Guibert. Páginas 40, 41.
Marzo de 2012
© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana.
Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
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