martes, 17 de febrero de 2015

A UN POETA MAQUILLADO ANTE SU ESPEJO (Brevísimo monólogo esquizofrénico en aquella carnicería del Barrio Chino de Santo Domingo, República Dominicana)

¿Paso al acto?: «Ahora mi odio, mi culpa y mi goce —en desleimiento irredimible, ardiente—, se mezclan con violencia de materia ciega en pánico sin fondo. Espero tan sólo en silencio el instante...». Armando Almánzar-Botello. “Desnuda Salomé. El retorno de lo reprimido”.

«Travestismo textual que manda Madre...». Armando Almánzar-Botello. “Recordando a los amigos”.

«Desde la posición de quien tiene el cetro, el deseo de la escritura es indicado, designado, denunciado como el deseo del huérfano y la subversión parricida. ¿No es ese fármacon [algo] criminal, no es un regalo envenenado?...». Jacques Derrida: “La Farmacia de Platón”.


     Por ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO

     A Eugène Ionesco; a Antonin Artaud; a Groucho Marx, in memoriam

     A David Lynch, vita longa

     Al gran Abraham Lincoln, figura política estadounidense, homosexual y defensora de los negros (según el decir de Thomas Pynchon y otros rumores postmodernos) 

     Al falso feminismo burgués, androcéntrico según Octavio Paz, denominado “carnofalogofonocentrismo” por los grandes filósofos franceses Jacques Derrida y Alain Badiou
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     (Vestido esquizo de muchacha el poeta monologa desnudando al fin su otro ante un espejo sideral):

     —Me robaste hasta la barba, vil poeta de burdel. Disfrazado tú devienes académico y barbado, grotesco y manierista. ¡Oh, todo ahora me sorprende, cual si fuera yo Alicia en un país de maravillas... o cierta niña obesa, medio loca o loca y media, taciturna y erudita Through the Looking-Glass! 

     Jugando presumido a cabalista, las arcas universales de las nobles letras abrahámicas malversaste. ¡Feo ejemplo el que les diste a los  revolucionarios jóvenes que un día con fervor creímos en el poder de la Imaginación!

     Pero a pesar de toda tu astucia —oh mi gran rival—, provinciana o cosmopolita, fea, fea, oportunista, cibernético-gorgoteante, libresca y tubular, hoy te voy a golpear muy duro con el arma blanca del vacío, te abriré llorando una llaga, una herida incorporal con el filo estoico de lo inabordable: el radiante imprevisible acontecimiento de mi ósculo mefítico, al modo de Emile Bréhier, al estilo de Jacques Lacan, de Alain Badiou y de mi padre-botín Gilles Deleuze…

     (El actor, rigurosamente vestido de muchacha cortesana, no reconoce como propia su imagen especular, y, despectivo al desgaire besando el gran cristal de su mágico espejo, prosigue su discurso con un dejo chismoso y aniñado de andrógino feto profesoral):

     —Y se lo voy a contar todo a mi gran progenitor francés: al filósofo Don Gilles y a todo su Partido, a ese grupo-agente de martillo y hoz nietzscheanos, máquina en dramaturgia de la nueva rebelión... ¡Ohhh! ¿¡También roban resplandores y plagian los espejos!?

     (El actor, parpadeando, mira un rostro coqueto ante su espejo deformante. Alisa como Alicia los pliegues deleuzianos de su vaporoso vestido y revisa, con sumo y femenil cuidado, su aleve peinado rococó y capilar. Habla y luego se coloca, afectada y delicadamente, una mano erudita muy blanca en la palpitante y nerviosa boca tan sensual: hocico angélico de pintarrajeados lujuriosos labios con violenta pulsión floreciendo en satinado y satánico rojo carmín):

     —¿Quién es quién si Dios mismo cierto día hizo teatro?... ¡Ohhh, perdón, de rodillas perdón pido yo a lo Alto! ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón por no ser tu amiga, Dios mío, pido perdón!

     (Mirando con altivez la borrosa imagen reflejada en ovalado espejo lezamiano, mallarmeano, relamido en postvanguardia sodomita, escritural, trágico y sublime el oscuro actor prosigue su apocalíptica y entintada diatriba, endiablada ella contra Nadie, furibunda ella contra el Otro capital):

     —¡Y voy pronto a protestar frente al Congreso del Infierno, con mi aviesa y sudorosa turba mariposona, secretamente falogocéntrica; y gritaré y gritaré, como una loca letrada irredenta, que un barbudo replicante arruinó y plagió, envidioso, mi astral proyecto de Constitución!

     (Oh discreto, secreto y sigiloso, íntimo teatro de cámara: ¿Única garantía de una “lógica del (sin)sentido” en un mundo que se disuelve transgenérico y copión?)

                                                     
                     CAE EL TELÓN

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Mayo de 2010

© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor.
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SIMPLE IMITACIÓN DEL GRAN NÉSTOR PERLONGHER...

     «Travestismo textual que manda incierta Madre...» Armando Almánzar-Botello: “Recordando a los amigos” 

     Por Armando Almánzar-Botello 

     Yo te ignoro, tú me ignoras... Oculta en 
tu belleza desollada, retocada, él te 
condecora, carnicero... Así, nos ignoramos 
la palabra obscura del origen: 
                                              cautelosamente… 

     Desnudos todos y perfectos in absentia
misticando hacer la lista del supermercado 
en cielo, nuestro falo-himeneo virtual 
también se hace perfecto. 

     Y la doliente, remordiente vejez tan 
discursiva —travesti casi ahora su lirio 
fementido, erótico-lejana su agonía o la 
locura— marcha, discurre, transcurre mejor: 
miedo-robo-creativamente...

     ¡Tan fractales las políticas culebras, 
renegadas, “comerciantas”, pizpiretas!

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Septiembre de 2009

Otro blog en el que figura este mismo texto: Blog Cazador de Agua

© Armando Almánzar Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor.

Otro blog en el que figura este mismo texto:

Blog Cazador de Agua

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
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OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Agua                  

Tambor de Griot

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

IMÁGENES (Arriba):

     1) Georges Rouault: Mujer frente a un espejo, 1906

     2) Mark Ryden: The butcher bunny [El conejito carnicero], 2000

IMÁGENES (Abajo):

     1) Serpiente cobra, venenosa

     2) Serpiente anaconda, constrictora


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