jueves, 12 de febrero de 2015

La hormiga-león o la travesía de un grafema

«Armando Almánzar Botello: Una nueva estrella en el cielo literario dominicano.» Luis Alfredo Torres. Revista “Ámbito Cultural”, Santo Domingo, R. D. 1978

     «Y digo que hay dos silencios: el primero, / sin tiempo, / y el vestigio que insiste después de nombrarlo: / poesía es olvido como obra de arte...» Armando Almánzar-Botello: Fragmento de “Silencio”, 1978

«Matrisola
                 matriola
Olamina olasica lalilá
Isonauta
Olandera uruaro
Ia ia campanuso compasedo
Tralalá.» Vicente Huidobro:
Altazor (Fragmento del Canto VII)


     Por ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO

     Al pintor angloirlandés Francis Bacon; al artista de gran sensibilidad, cantante de ópera y profesor universitario Ramón Figueroa, in memoriam

     1

     Para empezar con tu derrumbe:
ni metrallas ni banderas.

     Ahora digo solamente los cohetes, los aviones, el desierto,
el insomnio de la noche ferroviaria y los espectros que retornan;
el motor      la vulva      la palabra
los ignotos oníricos proyectos
—metálica escritura de las máquinas—:
tachado grafema de furia y turbulencia...

     En vuelo explosivo y laberíntico lo trazo, 
                     lo borro,
dispuesto a mancharme la prosodia.
Sube y se divide la palabra,
la pureza solitaria de los verbos y pronombres. 
Desciende hacia el sinfondo la palabra:
tritura el blanco enigma de mis huesos,
me desgarra caminos por la página que sangra...

     ¡Oh la carne enrarecida de silencios
como lenguas mutiladas que volaran del 
olvido!

     Escribo ciegamente alumbrado por tu ausencia
dedicado a derribar mi absorta clausura,
respirando hacia el espacio exacto de la ira,
hacia las trenzas en tu espalda sublevadas
contra lápices y espejos que intentan descifrarlas.

     2

     Pero hay un solo teorema
de luz irresoluta:
mi propio espacio en llamarada.

     Una sola trenza tuya es la cobra del enigma: 
persistencia de un olvido /
escritura que ondula con tridentes y con brújulas.

     3

     Espacio escritural de mi oscura
luz irresoluta,
                          que bifurcas como río 
desdoblado
la mítica unidad de mi palabra:
                          ¡a ti te canto!

     4

     Nuevos mestizajes de Las Islas.
Cópulas disyuntas: ¡Archipiélagos!
Rumores polifónicos del viento.
La voz sin autor ya nada representa.

     Darío  Vallejo  Huidobro...

     5

     Ya no lanzo mi palabra como amaba,
/solitario y compasivo/, 
hacia espaldas agredidas de obreros harapientos. 

     Muy distantes del pan y de la risa hoy se miran 
—cabizbajos por los parques taciturnos— 
transitando por ingenuos espejos tipográficos que pretenden redimirlos.

     Yo le canto a mi palabra funeraria y pervertida;
a sus dientes de puñales triturando
las estrellas;
                         al martillo sin clemencia
que desnuda 
en la piedra sorprendida la verdad y la belleza:
neutra zona de emergencia que señala lo (im)posible…

     Borges  Del Cabral  Girondo... 

     Me disperso en el espacio sin fronteras.
Sólo hablo de mi muerte y la de todos.
             
     Sin fetiches ni banderas,
solitaria de su nada se sostiene 
la pureza colectiva de mi canto.

     6

     Libertaria escritura que me tejes
y deshaces,
                       tú no temas desnudarte.

     Lúbrica entreabre la floresta de tu vientre,
la espesura invitándome al origen y al enigma:
a la zona de un olvido en la memoria
vacilante de sustancias y de fines...

     Oh sinfondo real de lo intocable,
hermético abismo de un fonema
—fetal gruñido incertidumbre de la Khôra
donde el logos y el mito se besan          
                   confundidos.

     Neruda  Paz  Hinostroza...

     En mi rito laberíntico
                                         de huellas,
—por el agua especular ya desdoblado—,
erótico me palpo los contornos, me persigo el alter ego 
y muerdo ausencia...

     Balbuceando nuevamente, 
con la imagen de la muerta me confundo y entrelazo,
narro cuerpos copulando          
canto ríos: 
                     «Falo el pensar y vulva la palabra».

     Alza un vuelo el pensamiento desde el fondo innominable
hacia los labios refulgentes.

     Lo profundo y lo celeste
devienen superficies…
y el silencio se despierta en el espejo 
                 de tu frente.

     7

     La clave que me escribe y me genera,
—luz remota de la música y el llanto—,
es la letra planíptera-explosiva que vuela por el texto 
                        ya rugiente.

     Confundida con el grama lo desliza,
espaciándolo hacia dentro
                                                 y hacia fuera,
desgarrando en el Afuera los Adentros,

conduciendo a este pozo de escrituras
—noche-gólem como espejo sin azogue—
que desnombra tu semblante sin saberlo.

     8

     Para sangrar mi voz poligonal y abierta
—irisada de puños y de dientes—
y arrojarme sin nombre hacia mi carne,

al infierno de redes y de cruces 
y fusiles y censuras circulares, 
donde reina solitaria la palabra del miedo servil 
y los cuarteles,
los mercados y burdeles tenebrosos
                       de la Patria:

Aduce con sadismo sus artritis mi escritura,
me calcina con su lágrima alfabética silente…

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8 de mayo de 1979 – enero de 2015

© Armando Almánzar-Botello

     Versión original tomada del libro de Armando Almánzar-Botello titulado Cazador de agua y otros textos mutantes. Antología poética 1977-2002, Editora Nacional, 2003, Santo Domingo, República Dominicana, páginas 14-18

     A la memoria de los amigos poetas
Luis Alfredo Torres, Oscar Gil Díaz y Carlos Gómez Doorly

Santo Domingo, República Dominicana.

NOTA SOBRE LA GENEALOGÍA DEL TEXTO 

     Por Armando Almánzar-Botello

     La primera versión de “La Hormiga-León o la travesía de un grafema” (1977) fue publicada en 1978 en la revista “Ámbito Cultural”, dirigida por el poeta Luis Alfredo Torres.

     La variante de dicho poema que figura en mi libro Cazador de Agua y otros textos mutantes. Antología Poética 1977-2002, Editora Nacional, Santo Domingo, R.D. 2003, corresponde a la segunda versión del texto elaborada en 1979 y resultante de un afinamiento de mis vivencias y lecturas literarias, filosóficas, psicoanalíticas, semióticas. 

     La versión publicada en “Ámbito Cultural”, como hemos dicho, es de 1977 y ofrece, con respecto a esta última de 1979, algunas diferencias significativas. No es un poema de gran calidad, como hubiese deseado la ambición de mi delirio (son notables sus múltiples defectos: tendría yo unos 22 o 23 años cuando lo escribí, y no era precisamente un Rimbaud), pero marcó, así lo entiendo, una relativa ruptura con cierto hacer poético propio de los años setenta en la República Dominicana.

     Aquí ensayo una tercera versión.

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Noviembre de 2011– enero de 2015

© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor

Adenda:

EL MIRMECOLEÓN

     Por Jorge Luis Borges

     Un animal inconcebible es el Mirmecoleón, definido así por Flaubert: “León por delante, hormiga por detrás, y con las pudendas al revés”. 

     La historia de este monstruo es curiosa. En las Escrituras (Job, IV, 11) se lee: “El viejo león perece por falta de presa”. El texto hebreo trae “Iayish” por “león”; esta palabra anómala parecía exigir una traducción que también fuese anómala; los Setenta recordaron un león arábigo que Eliano y Estrabón llaman “myrmex” y forjaron la palabra “mirmecoleón”. 

     Al cabo de unos siglos, esta derivación se perdió. Myrmex, en griego, vale por “hormiga”; de las palabras enigmáticas “El león-hormiga perece por falta de presa” salió una fantasía que los bestiarios medievales multiplicaron: 

     «El fisiólogo trata del león-hormiga; el padre tiene forma de león, la madre de hormiga; el padre se alimenta de carne, y la madre de hierbas. Y estos engendran el león-hormiga, que es mezcla de los dos y que se parece a los dos porque la parte delantera es de león, la trasera de hormiga. Así conformado, no puede comer carne, como el padre, ni hierbas, como la madre; por consiguiente, muere.»

JORGE LUIS BORGES. El libro de los seres imaginarios.
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IMÁGENES:

     1) El mirmecoleón

     2) Salvador Dalí: “La persistencia de la memoria”, 1931

© Armando Almánzar-Botello. Santo Domingo, República Dominicana. Reservados todos los derechos de autor.


Otro blog en el que figura este mismo texto:

Blog Cazador de Agua

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
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OTROS BLOGS DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO:

Cazador de Agua                   

Tambor de Griot

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO ES MIEMBRO DE LA "RED MUNDIAL DE ESCRITORES EN ESPAÑOL, REMES

Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.

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