A las 🐁🐀 🐀🐀🐀🐁🐀🐁🐀🐁🐁🐀🐀🐀🐀🐁🐀🐁🐁🐁
de Hofmannsthal...
Dice un gran binomio del sentir-pensar: «El animal muestra los dientes en nosotros como lo hace la rata de Hofmannsthal, o como la flor exhibe sus pétalos, pero eso se produce por emisión corpuscular, por entorno molecular, y no por imitación de un sujeto ni proporcionalidad de forma.» Gilles Deleuze y Felix Guattari: Mil mesetas
«Para una sensibilidad esquizo, intensiva o compleja, el terrible chillido nocturno de una rata envenenada en la buhardilla de nuestro frío insomnio, podría poner en crisis lo real verosímil, nuestra más lógica concepción de lo humano; podría, de un modo imprevisible, súbito, revelarnos la ineludible contingencia, lo monstruoso incurable que roe a la norma, la ciega y demoníaca maldad indiferente del oscuro Universo.» Armando Almánzar-Botello
«El suspenso provisorio de masculinidad inasignable (Gilles Deleuze, Alain Badiou) que llamamos “hombre” o “padre”, constituye una invención o actualización de un topológico devenir-mujer virtual en lo inmanente, un neto artificio posicional o tético de la incierta metáfora en la lenta o veloz línea metonímica de fuga creada por eso que neológico, lúdico y lúcido nombré, con vigor conceptualizando, «lo “femenino” neutro» (Armando Almánzar Botello, 1995) y su fluir transformativo ilimitado.» Armando Almánzar-Botello
Por Armando Almánzar-Botello
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¡Tú!: sujeto aleve insólito animal. ¡Amado ausente Otro!
Vivir-muriendo aquí despierto en tu escritura,
en la sensual caricia rota mixta impersonal
nómada...
tu gran zarpazo neutro, cósmico al fin... ¡Nadie!
Y yo:
sólida líquida gaseosa lecto-escritura-mujer-molecular trazada en llamas...
polvo... música...
¿Ariadna?...
¡Jo!
¡Pero sí!... nosotros...
hubimos de jugar en la caricia poética más dulce del horror,
ahora...
psico-teo-cosmo-muerte.
¡Bésame ya otra!... tú... te irás...
Gocemos un instante desbocados el texto proteiforme
de la vida y de la muerte así riendo:
chupando, lamiendo, limando,
acelerando, frenando, acelerando…
¡Juguemos a dejar florecer la pasión inaudita en la escritura, sí.
Desgarrados y estallando con Lolita —con Lolita la tuya, la mía,
la nuestra—, la descarada vanidad hipócrita de los crípticos espejos!
Resplandecientes de amor y deseo, desordenemos riendo / sí /
—danzando tú y yo coreografía dionística del mundo—
todo aquello que existe hosca,
pesada, seriamente.
¡Bailemos en el filo centelleante del júbilo,
del vértigo que muerde!
¡Oh, impávido retorno del Acontecimiento!
Viejo mundo: Au revoir! Goodbye! Auf Wiedersehen! Addio!
Adeus! ¡Adiós!
Digamos el sí santificante
al nirvana del rocío a la fosforescencia neutra de los labios /
a todo lo que insiste
hacia el fondo / hacia lo alto: maravilla esquiando en superficies...
Palabras como estrellas en el humo de un incendio y
su memoria de ratas que relinchan...
Digamos ahora sí al viejo tren que huye de su aire de su tiempo /
a lo inmóvil atónito que perdura pasando /
al Afuera que llueve musical un nuevo adentro...
Lo neutro refulgente se afirma en el Deseo.
¡Sí!
¡Oh recóndito rumor de la inmanencia!
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Poema de 2008, retocado y publicado el domingo 18 de marzo de 2012
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© Armando Almánzar Botello (Y.G.D.D.). Santo Domingo, República Dominicana.
Copyright © Armando Almánzar Botello. Reservados todos los derechos de autor. Santo Domingo, República Dominicana.
IMÁGENES DE LA BASE:
Fotografía 1: Gilles Deleuze y Claire Parnet
Fotografía 2: Libro de Hofmannsthal donde se habla de las ratas...
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